18 feb 2009

Respuesta a Pablo Hiriart

México DF, próxima ciudad socialdemócrata
a 18 de febrero de 2009


SR. PABLO HIRIART

Hemos leído con atención su artículo La marihuana, a debate publicado por el diario Excelsior el 17 de febrero. En él, dice que el Partido Socialdemócrata es quien mejor ha explicado la necesidad de regular (que no legalizar) el mercado de la cannabis. Posteriormente, usted expone los argumentos por los cuales considera que el Estado debería permitir la portación de pequeñas cantidades de marihuana, pero nunca legalizarla.

Al respecto, algunas precisiones:

1) La regulación del mercado de la marihuana no aumenta considerablemente el consumo de la misma. Ante esto, un par de argumentos: La adicción a las drogas crece a rápidamente por sí misma (50% en los últimos seis años), por lo que podemos deducir que actualmente ya se adquieren con demasiada facilidad. Segundo, en países como Holanda, que han regularizado su mercado de drogas blandas, el porcentaje de consumidores ha permanecido estable con relación a la legislación preregulatoria. Más aún, los consumidores habituales representan el 2% del total de la población, casi 4 puntos debajo de la media europea para el mismo caso. La razón es muy sencilla: destinan grandes porcentajes del presupuesto (etiquetados antes al combate frontal del narcotráfico) a programas de prevención y control de adicciones.
2) El consumo de marihuana no facilita la agresividad. El THC es un represor del sistema nervioso central que, a diferencia del alcohol, no genera euforia sino un poco de aletargamiento, razón por la que no existen datos sobre actos violentos de consumidores bajo los efectos de la cannabis.
3) El potencial adictivo de la marihuana es menor al de la cafeína y mucho menor al del tabaco, por lo que las posibilidades de que alguien delinca para conseguir Cannabis (bajo un esquema de regulación) serían en teoría, inferiores a las posibilidades de que alguien delinca para conseguir cafeína o tabaco.
4) La regulación del mercado de la marihuana tiene varias opciones de operatividad y reglamentación. Una de ellas contempla la NO promoción ni publicidad de productos con THC, así como la venta y consumo en lugares específicamente destinados para tal motivo.
5) La regulación del mercado de la marihuana, su reglamentación y operatividad darían a este producto un estatus jurídico muy distinto al del maíz, trigo o sorgo. Para ello habría que modificar la Ley de Salud y obviamente complementarla con la emisión de Normas Oficiales que permitieran un esquema de comercialización distinto al de otros productos agrícolas.
6) Efectivamente, la regulación del mercado de la marihuana no acabaría de tajo con el negocio de los narcotraficantes, pero sí mermaría significativamente su poder financiero y capacidad corruptible, esto se debe a que nuestro país es ya el primer productor mundial de cannabis, según el Informe Mundial 2008 sobre Drogas que emitió la Oficina de la ONU contra las drogas y el delito.

El actual esquema de prohibición de las drogas ha propiciado el mayor clima de violencia en la historia de nuestro país. El Estado está perdiendo una batalla que además ha cobrado la vida de miles de inocentes. Es responsabilidad de la clase política buscar alternativas reales ante dicha situación, alternativas que se debatan libres de prejuicios y de cara a la ciudadanía. Por tal motivo, celebramos la publicación de su artículo y le enviamos un saludo.

Porque las cosas no se solucionan a balazos
Regularicemos el mercado de las drogas



Liga de Jóvenes Socialdemócratas
Partido Socialdemócrata
Piensa Libre