6 nov 2008

Confusión y lluvia de buenas intenciones

Marco Vera
Hace un par de semanas se publico un documento en el blog de la Liga Juvenil Socialdemócrata donde se aborda el tema de la definición ideológica. Este artículo fue escrito por mi amigo Eric Uribares. Antes de abordar la crítica al documento referido, quisiera expresar que me sorprende gratamente el ímpetu que muestran los compañeros de la Liga Juvenil. Creo que hay muchas buenas intenciones, hay la determinación de transformar México en un país pacifico pero también con justicia social. Recordemos siempre que al no haber justicia social, la violencia y la descomposición social siempre encuentran el camino.

Al igual que en su libro “Del rojo al rosa” Eric Uribares –a quien me complace llamar amigo y compañero- circunscribe a la izquierda mexicana solo a los referentes partidarios y olvida que existen infinidad de referentes de lucha política nacional que no se encuentran vinculados al PRD o a partido político alguno. Estos referentes de lucha no han abandonado la idea de la transformación social radical y profunda, no se incorporaron a la vía electoral de lucha ni se conformaron con administrar la miseria que causa el moderno imperialismo.

Respecto a las nuevas formas de gobierno socialista, quisiera comentar que de cuando en cuando aparece una nueva supuesta lumbrera teórica al estilo Fukuyama con su propio “fin de la historia” y todos se anuncian como los continuadores de la teoría de izquierda. Sin embargo terminan siendo falsos profetas -unos más y otros menos ingeniosos- pero en la práctica social, no existe ni ha existido otra manera de implantar el socialismo que la tan vilipendiada y mal entendida dictadura del proletariado. Es cierto que al día de hoy existen varios ejemplos de democracia avanzada en países de Europa (los países nórdicos por ejemplo) pero son eso; países donde la democracia pudo desarrollarse por infinidad de factores. En Alemania por ejemplo, hay una distribución mucho mas justa de la riqueza que la que existe en México. En Alemania el nivel de vida es alto, igual que en Mónaco o en Austria, incluso en Polonia, pero de eso a ser países socialistas, dista un tramo. Yo diría que existe cierta confusión de términos y conceptos, por ejemplo, se le llama socialismo a la implantación de políticas de beneficio público, se le llama socialismo a la democracia cuando se aplica a cabalidad, se le llama socialismo a cierta regulación de mercados que se da en la Unión Europea pero todo eso no es socialismo.

El socialismo es un periodo de transición que los países utilizan para desmantelar paulatinamente un sistema político y social pero sobre todo económico. Socialismo es en esencia economía planificada (producción que se desarrolla en función de cubrir necesidades y no de producir ganancias). Socialismo es control estricto de los mercados para evitar crisis de sobre producción generadas por ambiciones malsanas. Socialismo es independencia económica de las naciones y un pleno derecho de autodeterminación de los pueblos del mundo. Menciono esto ultimo porque precisamente las potencias europeas que son democráticas en su vida como naciones y han logrado que sus poblaciones gocen de un buen nivel de vida, hacia el exterior son potencias imperialistas a cabalidad. No solo me refiero a las potencias que participaron y participan en las guerras iniciadas por el gobierno derechista de los Estados Unidos en Medio Oriente, no solo me refiero a los planes de reconstrucción y la exigencia de indemnizaciones de guerra que se han impuesto a los países derrotados por estas potencias supuestamente democráticas. Un ejemplo más claro aun es Suiza, donde no todo son vaquitas y hermosos paisajes, ni excelentes relojes y navajas. Suiza es la nación donde tuvo origen la transnacional NESTLE que depreda el medio ambiente del mundo entero prácticamente e invade los mercados de los productos lácteos con la misma voracidad de cualquier otra transnacional imperialista.

Hago estos comparativos porque aunque en esencia, el socialismo es un proceso de acumulación de fuerza para la producción y generación de industria, la ética es fundamental para ser socialista.

Se dice en el documento de Eric que a la izquierda le tiembla el pulso para llamarse socialista. Yo creo que el membrete de los referentes de lucha es lo que menos importa, en todo caso el Partido Revolucionario Institucional se autodefine socialdemócrata y participa en la Internacional Socialista desde hace ya algunos años. Eso no le impidió planear y ejecutar a los priistas ninguna de las muchísimas masacres que han llevado a cabo y siguen realizando.
Tampoco creo que actualmente exista mucha gente a la que le mueva las entrañas o el corazón el hecho de que una fuerza política se llame socialista. Recordemos que ha habido cambios de fondo en la constitución del tejido social en América Latina y el mundo.

Finalmente quisiera decir que no hace falta descubrir el socialismo democrático pues el compañero Eric puede estarse enfrascando en un proceso para descubrir algo que tiene décadas de existir. El socialismo siempre ha sido el mecanismo más democrático de gobierno que se pueda realizar. Es solo que la democracia no existe en lo abstracto, la democracia existe en lo concreto y socialmente democracia es el gobierno de las mayorías. Eso se traduce necesariamente como democracia directa. Aunque quizás mi buen amigo Eric ha descubierto “un nuevo estilo de hacer política” pues aunque su documento esta plagado de buenas intenciones, no deja de ser a mi parecer pura disentería mental.