4 nov 2008

Mística Socialdemócrata 2

Enrique Villarreal

En el ámbito político, como en muchos otros, poseer una mística resulta fundamental para que exista fiera combatividad, incondicional y total entrega a una causa. Esta mística presupone una fe en una idea-fuerza, que se considera una verdad indiscutible y predestinada a triunfar, ya que de no ser así, entonces, no tendría caso sacrificarse y luchar denodadamente por su implantación.
Así, por ejemplo, la “fe en la revolución bolchevique” generó una mística de sacrificio y combate decisiva para su éxito, aun cuando existían condiciones sumamente adversas para ello. La mística provoca que el individuo vaya más allá del interés personal, sea heroico, logre hazañas y grandeza.

Con respecto a la mística socialdemócrata, y especialmente para el caso mexicano, la idea-fuerza que puede impulsar el movimiento hacia la toma del poder, es el imperativo de una “reforma radical” (la revolución por las reformas), entendiendo por ella el conjunto de medidas gubernamentales, legislativas, etc., que van a la raíz de la problemática política, económica y social de nuestro país, ya sea para enfrentar sus causas (por ejemplo, la legalización de las drogas), o para redireccionar el sentido del desarrollo nacional (como una nueva política económica de desarrollo) o para profundizar en los cambios que ya se están desarrollando (por ejemplo, mayor democratización política en los estados).

Así, la reforma radical busca instaurar una democracia más avanzada (democracia socialista) a través de reformas implementadas desde el Estado por una izquierda socialdemócrata que llegue al poder a través de la vía electoral.

Dado el contexto adverso y la magnitud de la tarea, el partido socialdemócrata requiere de sus integrantes una mística que estimule la combatividad, la competitividad y la voluntad de triunfo. Para ello, se necesita al menos:

Cabal comprensión de los ideales y propuestas socialdemócratas
Entrega incondicional a los ideales partidarios; sacrificio por la causa y el partido.
Voluntad incansable de servir a las personas, a la comunidad y al interés común; solidaridad con sus correligionarios, movimientos sociales y causas populares.

Honestidad, congruencia, perseverancia, tolerancia, compañerismo.
Disciplina y organización para el trabajo individual y en equipo.
Estudio y deseo de superación permanentes.
Capacidad de proselitismo y de expresión, discusión y convencimiento
Amplio conocimiento de los rivales y del arte del combate político-electoral.
Conocimiento profundo de la realidad de México y del mundo.

Consciencia sobre sus derechos y obligaciones como ciudadano y militante partidario.
Si los socialdemócratas adquieren estos conocimientos, desarrollan esas habilidades y asumen actitudes con los valores anteriormente mencionados, entonces poseerán una mística que los impulsará a la lucha y al éxito. Asimismo, contribuirán al logro de invaluables experiencias como parte de su formación política y les ayudará a forjar cualidades de liderazgo partidario y político, tan indispensables como escasas en la actualidad. No se debe olvidar que más importante que el dinero, el principal recurso de un partido es su militancia y el capital político que logre acrecentar a través del trabajo partidario, legislativo y gubernamental. En este sentido, la mística únicamente es el punto de partida en la trayectoria hacia el liderazgo.

Por ello, la capacitación y el adiestramiento de los militantes y cuadros políticos son vitales, pero recordando que la mística tiene mucho de predica con el ejemplo (la moral en abstracto es fútil), de los mayores hacia los jóvenes, de los dirigentes hacia los militantes, y viceversa, porque el aprendizaje es mutuo, y aun cuando la mística posee en el conocimiento un trasfondo, tiene mucho de experiencia práctica, de la universidad de la vida. En última instancia, la mística es un asunto de fe, y en un sentido laico es una voluntad de entrega a un ideal que se asume como una causa fundamental que la dirección a la vida de una persona y colectividad.

En consecuencia, la mística socialdemócrata será fundamental para superar las condiciones adversas que enfrenta actualmente el trabajo partidario y político en general, pero esto será tema de la siguiente entrega.